Cocinera de profesión, Camila Peñaloza, más conocida como “Antojista” es una referente a la hora de promover una alimentación sustentable y consciente enfocada específicamente al aprovechamiento y al cero desperdicio de alimentos por medio de la creatividad.

En septiembre, además de celebrarse las Fiestas Patrias, comienza la primavera y se celebra por segundo año el Día de la Concienciación sobre la Pérdida y Desperdicio de Alimentos (PDA). Para conocer algunos consejos sobre cómo evitar el desperdicio de comida en los festejos del 18, así como aprovechar las frutas y verduras de la nueva estación que se avecina, conversamos con Camila.

  • Según el informe “Índice de desperdicios de alimentos 2021”, se desperdician anualmente en el mundo más de 900 toneladas de alimentos, pese a ello, muchas personas aún desconocen lo crítico de este tema. ¿A qué crees que se debe la falta de conciencia al respecto? 

Llevo 5 años haciendo clases de cocina sustentable y es justamente esta misma interrogante la que continúo haciéndome. No desde el juicio, porque yo también viví de esa manera y transito constantemente en la consciencia e inconsciencia, sino porque me parece un fenómeno humano -con una raíz muy profunda-  interesante de indagar.

Luego de darle muchísimas vueltas creo que el desperdicio de alimentos parte por una desconexión enorme con nosotros mismos y, por consecuencia, con todo lo que nos rodea,  incluidos los alimentos. No nos comprendemos como parte de un ciclo, como parte de la naturaleza misma, nos vemos como seres externos e incluso superiores.

Poco sabemos sobre nuestras raíces e historia, sobre el lugar donde nacimos o vivimos, para qué hablar sobre dónde o cuándo crecen los alimentos que comemos a diario o cuál es la mejor manera de conservarlos y cocinarlos.

En algún punto de la historia dejamos de observar lo más esencial y lamentablemente esa fue la fórmula perfecta porque quien no comprende, no valora ni cuida, es así de sencillo. Puedo tener la coliflor más fresca, grande y hermosa en mi cocina, pero si no sé nada sobre ella lo más probable es que gran parte de ese alimento termine en la basura.

  • ¿Cuál sería la primera recomendación a tener en consideración para no botar restos de comida, pensando por ejemplo en los festejos de Fiestas Patrias?

Para mí el mejor ejercicio para evitar el desperdicio de alimentos es revisar antes de partir a comprar, es realmente importante revisar la despensa y el refrigerador incluso antes de hacer una lista de compras. Luego de eso puedo comenzar a pensar un menú o ideas de preparaciones ¡no al revés! 

Cuando tenemos pocas opciones, como puede ser el escenario antes de ir al supermercado o al almacén, es cuando más nuestro cerebro se enfrenta al desafío de ser creativo y de aprovechar. Es más probable idear combinaciones de verduras, condimentos y recetas que no lograrías al tener muchísimas opciones. 

  • ¿Por qué escoger frutas y verduras de estación es una medida que ayuda a evitar el desperdicio de alimentos?

Los alimentos crecen en determinadas épocas del año y en lugares geográficos específicos por una razón. Existen factores de temperatura, hUmedad, tierra, luz, entre otros, que permiten que crezca naturalmente una verdura y no otra.

Entendiendo lo anterior, es de esperarse que si queremos cultivar y cosechar alimentos fuera de temporada -o comer un alimento específico independientemente de donde nos encontremos- tendremos que crear y activar una serie de condiciones artificiales para que esto suceda. 

Esa “creación” de condiciones genera un uso y gasto de recursos energéticos que no solamente pegan directamente a tu bolsillo si no que también impactan fuertemente al medioambiente y a los pequeños productores que no son capaces de competir de forma justa.

  • ¿Cómo aprovechar tallos o cáscaras, que suelen ser los residuos orgánicos más desechados en los hogares chilenos?

Tenemos que perderle el miedo a los tallos y a las cáscaras, finalmente son una extensión de nuestro alimento ¡e incluso a veces pueden ser más sabrosos y cundidores que el resto!

Recomiendo mucho hacer una salsa verde con tallos de cilantro y perejil picados muy finitos,  más cebollín picado fino (parte verde y blanca) bien aliñado con jugo de limón, sal y aceite de oliva. También se pueden usar los tallos de brócoli, cortarlos en bastones, apanarlos con un batido de harina de garbanzos y agua (consistencia de crema) y llevarlos al horno para hacer unos ricos bastones.

¡Y qué decir de las cáscaras de papas! con solo cortarlas finitas y condimentar con merkén, orégano, sal y aceite de oliva, se fríen u hornean y resultan unas papas hilo de lujo!

  • Aprender a conservar los alimentos es clave para evitar su desperdicio. ¿Cuáles son los mejores tips que puedes compartir al respecto?

Para mí los clásicos son el cilantro o perejil con los tallos dentro del agua, las zanahorias o rabanitos sumergidos en agua, lo mismo con el puerro o el apio. Pero debo insistir en darle mayor atención al fondo que a la forma. Al preguntarnos ¿cómo o porqué estoy conservando esta verdura así? ¡Observar y conectar!

  • A lo largo de estos años promoviendo una cocina con conciencia ambiental ¿qué sientes que falta para conseguir mayor compromiso por parte de la ciudadanía?

Creo que lo que falta es comunicar y transmitir el mensaje con un ejemplo muchísimo más real y cotidiano de lo que se hace hoy. Luego de conversar muchísimas veces con alumnos y personas que se me acercan con ganas de generar un cambio, me he dado cuenta que la cocina sustentable y el evitar el desperdicio de alimentos es percibido como algo completamente difícil de llevar en el día a día, como algo lejano, exigente y poco aterrizado.

Muchas veces la cocina desperdicio cero es planteada como una seguidilla de pasos concretos y específicos difíciles de llevar en la mayoría de los hogares. Por esta razón, mi objetivo principal en Antojista es acercar a las personas a los ingredientes y a la cocina. Transmitir con  mis recetas, talleres y charlas que la cocina sustentable es -a diferencia de lo que muchos puedan pensar- una cocina de raíz, esencial y sencilla, pero sobre todo, de conexión con nuestros sentidos y todo lo que nos rodea.

  • Para finalizar, ¿cuál sería tu invitación o consejo para quienes aún no se motivan a evitar el desperdicio de alimentos?

La invitación es a que puedan poco a poco informándose e inspirándose de la forma que más les haga sentido para comenzar a impulsar algunos cambios en el día a día.

No tiene que ser todo al mismo tiempo, puedes partir por lo más fácil y con el tiempo incorporar nuevos hábitos. ¡Lo importante es partir con algo!

La idea es perderle el miedo al cambio y abrir nuestra mente para dejar pasar una nueva forma de vida que no sólo aportará al medio ambiente y a las demás personas sino que, sin duda, me dará una satisfacción y orgullo gigante ¡Vamos que se puede!